sábado, 18 de mayo de 2013

SIN GRATITUD NO HAY ILUMINACIÓN

Estas fueron las palabras de Josh hace algunos días en sesión: “Sin gratitud no hay iluminación”. La palabra gratitud tambien estaba resonando mucho en mi esos días. La gratitud es lo opuesto a la queja. Cuando me quejo, mi energía se comprime. Si agradezco, se expande. Es la Ley del incremento, mientras más concentro mi atención en algo, eso aumenta. Es el poder del pensamiento. Así que mejor me focalizo en pensamientos que me ayudan a experimentar luz, dicha y paz. Y sobre todo, agradecimiento. Cuando estoy agradecida, siento como mi corazón se abre. La vibración del amor se encuentra allí. Es una experiencia de luz. Y la confianza tambien tiene un lugar allí. Si sólo el plan de Dios tendrá éxito, ¿porqué no confiar que todo acontece para mi mayor bien? Me propongo mantener el corazón abierto practicando la gratitud. Agradezco las cosas “buenas”, es decir, aquellas que me dieron felicidad. Y las cosas “malas”, es decir, aquellas que me produjeron dolor. Cuando puedo estar agradecida de circunstancias que han sido muy dolorosas, quiere decir que las he perdonado. Entonces he aprendido la lección. Realmente, los momentos más dolorosos, cuando los he convertido, han sido los que me llevaron a las mayores experiencias de luz. Respira profundo y di gracias, gracias, gracias a todo y por todo, y experimenta…

 “Elevaremos hoy nuestros corazones llenos de agradecimiento por encima de la desesperanza, y alzaremos nuestros ojos agradecidos, que ya no mirarán el suelo. Hoy entonaremos el himno de gratitud, en honor al Ser que Dios ha dispuesto que sea nuestra verdadera identidad en Él.”

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