domingo, 21 de abril de 2013

EL USO DE LA LECCIÓN DEL DÍA.




Todas las mañanas a las 6 nos estamos  reuniendo  para hacer la lección del  día y el repaso de las primeras lecciones. ¡Qué mejor manera para iniciar el día! Todos  unidos  compartiendo el mismo propósito. Es un efecto sinérgico. Cada  lección es  una inserción   de  luz, un mantra,  un portal  que abre la  puerta a  la visión.  Tengo que practicarla, recordarla   y aplicarla  durante  todo el día. En otras palabras, tengo que hacerla mía. De hecho, ya es  mía. Es el Cristo  hablando a El Cristo.  Y yo soy  el Cristo. Solo es un recordatorio de quien soy.


Las lecciones  de estos días abren en mi espacios de mucha luz, es como si lamente se expandiera mediante el entendimiento de la lección. Una vez leí que cada pensamiento o emoción  va adquiriendo una formación neuronal  en el cerebro  y cada vez que evocamos ese pensamiento o emoción  esas  conexiones neuronales  se van afianzando en nuestro cerebro. De  ahí  que las adicciones   sean tan difíciles de curar. Los psiquiatras dicen que no se curan, pero en Dios  todo se cura. De igual manera  cuando introducimos   en nuestro  sistema   un pensamiento de manera repetida   con  todo el poder que  contienen las lecciones,  igualmente  se van   formando  en nuestro cerebro nuevas conexiones neuronales   con el poder de transformarnos completamente.  Y con ello,  los pensamientos  adictivos  o disfuncionales  van perdiendo su poder  hasta  desaparecer.

Las lecciones de estos días han sido mis favoritas por mucho tiempo:

DAR Y RECIBIR SON EN VERDAD LO MISMO: La verdadera luz que hace posible la verdadera visión no es la luz que los ojos del cuerpo contemplan. Es un estado  mental que se ha unificado en tal grado que la oscuridad no se puede percibir en absoluto. Y de esta manera, lo que es igual se ve como lo mismo, mientras que lo que  es diferente ni se nota, puesto que no está ahí. Esta es la luz en la que no se pueden ver opuestos,  y la visión, al haber sanado, tiene el poder de sanar. Esta es la  luz  que extiende tu paz interior hasta otras mentes para compartirla y regocijarse de que todas ellas sean una contigo y una consigo mismas. Esta es la luz que sana porque genera una nueva percepción, basada en un solo marco de referencia, del que procede un solo significado.”

Leccion. 108 UCDM


Mi mente ha de focalizarse en ese solo significado, en un solo propósito, en una sola voz, en un solo guía. Para eso es el entrenamiento mental.
 Si quiero recibir,  sólo tengo que  estar en total disposición de darlo TODO  completamente. Lo puedo experimentar al practicar la lección. También  puedo aplicar la lección en cualquier momento  en que no me sienta bien, ofreciendo paz, amor, perdón, comprensión, gratitud  y eso es lo que recibiré. Y lo recibiré en el mismo momento en que lo doy. Todas las lecciones lo incluyen todo. Sólo se me pide que las use. Y con la práctica regreso a ese pensamiento unificado.

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